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Historia de una elección

Artículo de Roy Campos, publicado en El Economista el 11 de julio de 2023.

Como observador de muchas elecciones en México y en el mundo, he visto muchos procesos, muchas campañas, muchos candidatos, muchas encuestas, muchas irregularidades, y algo me ha quedado claro: No se puede adivinar el resultado.



En muchas ocasiones las preferencias iniciales que marcan las encuestas no sufren movimientos y el resultado es el que se previó desde el inicio; en otras los resultados son totalmente distintos a los que las encuestas mostraban cerca de la elección (como en Guatemala 2023, en la primera vuelta el candidato que se coló en segundo lugar se agrupaba en el “otros” sin aparecer en los 4-5 primeros lugares).


No hay una regla y es común que me pregunten: “¿con tu experiencia que crees que pueda ocurrir? ¿Cambiarán las cosas o ya está definido el resultado?” La respuesta es siempre la misma “no sé”. Hay muchas variables, algunas diseñadas por las estrategias, algunas imprevistas por algún error de los candidatos y a veces cambios por situaciones fuera del proceso (11M en España; guardería ABC en Sonora, Covid-19 en EU y muchas mas).


Pues bien, ahora quiero contar el guion de una película, una trama electoral en la que pido al lector tratar de adivinar el resultado.


1.- La historia se desarrolla en un país grande, con un partido poderoso que va muy adelante en las encuestas; gobierna mas de 20 estados de los 32 en los que se divide el país; es primera fuerza en el Congreso, parece invencible. Abre un proceso para elegir candidato presidencial aunque muchos sospechan que hay dados cargados a favor de una de las candidaturas; los candidatos “oficiales” recorren el país buscando apoyos y muestran su fuerza en mítines y reuniones, ninguno de ellos es particularmente emotivo, pero la fuerza del partido y de sus gobiernos locales genera una atención mediática a ese proceso.


2.- Ante la fuerza que muestra el partido del gobierno, los partidos opositores entran en pláticas para formar un frente único; este frente es apoyado por algunos empresarios que consideran que el país debe cambiar de rumbo, sin embargo, las pláticas no progresan y no se logra la alianza total.


3.- Por el lado opositor surge una candidatura disruptiva, con una forma distinta de comunicar, directa, coloquial, políticamente incorrecta, y al parecer gana tanta fuerza que se impone a quien parecía el elegido de las cúpulas partidistas; de esa manera se impone claramente y aparece en las boletas.


4.- En esas condiciones inician las campañas, el partido poderoso, el que gobierna, inicia con más de 15 puntos de ventaja en las preferencias y con mucho más recursos, más medios y con programas sociales.


5.- Mientras en el entorno, la economía se recompone después de un inicio complicado; el país crece, no hay problema de desempleo y la inflación parece controlada después de un periodo de inflación alta.


6.- La elección en el país coincide con la que se desarrolla en EU, así que es inevitable que haya temas comunes en ambas campañas.


PREGUNTA al lector: ¿Cuál cree que es el desenlace?

Para todos los que en forma natural pensaron en México y en los momentos que estamos viviendo, quisiera dar más información para sacarlos de su error:


A) En el punto 1, el país sí es México; el partido que va adelante en las encuestas es el PRI, gobierna 21 estados y el candidato que parece consentido por el presidente es Francisco Labastida, todo rumbo a la elección de 2000.


B) En el punto 2, las pláticas para formar la alianza se dan entre el PAN y el PRD, pero al final no se logra esa alianza.


C) En el punto 3, el candidato disruptivo es Vicente Fox que impone su fuerza ante lo que parecía una candidatura inminente de Diego Fernández de Ceballos.


Así que el desenlace ya lo conocen, ganó Fox por seis puntos. Sin embargo este resultado no puede extrapolarse plenamente a 2023 porque también hay varias diferencias:


A.- En 2000 gobernaba Ernesto Zedillo y no parecía particularmente preocupado porque su partido perdiera, algunos priistas aún lo acusan de haber entregado la elección; en 2024 López Obrador será la antítesis de esa posición, estará metido en la elección, será muy activo y su intervención será mayor si percibe que su partido puede perder.


B.- La comunicación ha cambiado, en 2000 no existían las redes sociales y la campaña fue totalmente en medios tradicionales; el poder de la televisión era impresionante y no tenía contrapesos, desde entonces se han desarrollado medios alternativos que modifican las campañas. Para 2024 entre las redes sociales y la inteligencia artificial, estoy seguro de que veremos innovaciones.


C.- Y la diferencia más obvia es que es muy probable que tengamos la oportunidad de ver la llegada de una mujer presidenta en México, algo que parecía muy lejano hace 24 años y que ahora, aun sin quererlo, será un tema de análisis y hasta de decisión en el votante.


Por lo pronto, repito lo que menciono al principio, la experiencia me ha enseñado que no importa lo que digan las encuestas ni los alocados analistas y politólogos que pronostican a pesar de las advertencias y luego culpan a las encuestas: todo puede pasar, hay muchos elementos que determinan el final de esa película que como toda buena trama tendrá al espectador interesado esperando el desenlace.


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Roy Campos

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